He leído en la prensa que el representante del Ministerio Fiscal va a solicitar una pena de cuatro años para Ortega Cano por el delito cometido al conducir en estado inadecuado por efectos del alcohol. Ya se lo dije en su día a mi mujer: - Este por ser Ortega Cano le va a caer la marimorena.
En mi época de ejercicio de la Abogacía la pena que se imponía en estos casos era un año de cárcel por convenio con las acusaciones y el Ministerio Fiscal. Bien es cierto, que a mi eso me pareció siempre poco, pero las víctimas, tal vez se contentasen con la indemnización que pagaba el seguro, tal vez por eso de seguir el principio del muerto al hoyo y el vivo al bollo y ese otro que dice: más vale pájaro en mano que ciento volando. No sé cual era la causa, pero era frecuente este tipo de aceptación tanto por parte del Ministerio Fiscal como del representante de los familiares de la víctima. Como digo jamás me gusto porque era poco tiempo de cárcel y porque me parecía una falta de consideración de los familiares con la víctima. Pero vamos al fondo, la primera excepción que se hizo a esta costumbre fue en el caso de Farruquito, bailaor gitano que fue condenado por la Audiencia Provincial de Sevilla a dos años de prisión. No se me quita de la cabeza que en esta condena influyeron en sobremanera los Medios de Comunicación. Y esto es lo que parece que está ocurriendo con el asunto de Ortega Cano Y eso me preocupa más que la propia muerte de las víctimas, aunque lamente esta consecuencia Y me preocupa por producir inseguridad jurídica y falta de objetividad en los responsables de administrar la Justicia y ello es muy grave. Ustedes me podrán alegar que son humanos y que pueden equivocarse. Pues bien, los abogados, los arquitectos y cualquier profesional cuando nos equivocamos respondemos de esa equivocación. Y los jueces no responden de ello, no responden de nada Y lo peor es que si cometen un delito de prevaricación, que es el peor delito que puede cometer un juez, no van a la cárcel; se les echa de la carrera y se ponen a ejercer de abogados.
¡Toma yá! Y aquí nadie hace nada por corregir tan tremendas barbaridades. Pues voy a dar soluciones. Aquí lo que hay que hacer es modificar el código Penal y el que prevarique vaya por lo menos seis años a la cárcel. El que se equivoca en una Sentencia que responda de ello e indemnice a la presunta víctima con su patrimonio personal. El que se deja influir en sus resoluciones por si ideario político o por sus simpatías o antipatías personales que vaya tambien a la cárcel.
Algo de razón tenía el político Pacheco al decir que la Justicia era un cachondeo. Pues acabemos con eso y con ello contribuiremos a que haya menos frivolidad en las resoluciones judiciales y más limpieza en la aplicación de la Justicia.
PD/ Dedicado a mi amiga Vega que me censuraba que abandonara el bloog
ANGEL LARROCA
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