ARTURO PÉREZ REVERTE
Y
SU GUERRA CIVIL
Y
SU GUERRA CIVIL
Así se titula el libro escrito por Arturo Pérez Reverte. "la Guerra Civil contada a los jovenes". Más que para jóvenes, yo diría que parece un libro dedicado a niños, si no fuera para mí un pecado mortal la transgresión descarada de la Historia, dirigida a los menores de edad.
Pero es que en el reverso del libro se afirma lo siguiente: "La Guerra Civil española contada de forma escueta, objetiva y rigurosa, sin clichés partidarios ni etiquetas fáciles..."
Contada de forma escueta es algo que hay que reconocer (excesivamente escueta, tan escueta que casi no la cuenta), pero objetiva y rigurosa: nada de nada. Yo creo que ha pretendido ser objetivo y se ha pasado diez pueblos. Nos ha salido más rojo que los auténticos "atunes".
¡Qué fácil es ganarse, casi 18 euros por libro!¡Pero hombre! Estamos ante un académico de la Real Academia de la Lengua.
Yo aprendí de mi culto padre a señalar, a pie de página, opiniones críticas o aclaratorias. Y con éste libro - menos mal que es escueto - casi me quedo sin tinta en el bolígrafo.
Comencemos: En su página 6 afirma: "Todas las guerras son malas, pero la guerra civil es la peor de todas, pues enfrenta al amigo con el amigo, al vecino con el vecino, al hermano contra el hermano". A pie de página y como recordatorio de la Memoria Histórica, he echado de menos y lo añado¨: Y también enfrentó al hijo puta con aquel que dio un tiro en la nuca por el simple hecho de llevar corbata. Y también añado: Y al hijo de puta que también dio un tiro en la nuca a su vecino por el simple hecho de ir a misa.
Cuando comenta La Sublevación, en su página 22 dice: "Dispuestos a hacerse con el control de la situación, y una vez puestos de acuerdo con los movimientos más extremistas de derechas, entre los que el más importante era uno llamado Falange Española, buena parte de los jefes y oficiales del ejercito se sublevó contra la República el 18 de julio de 1936. A pie de página y otra vez como recordatorio de la Memoria Histórica, yo añado: El 18 de julio de 1936, la Falange tenía poca fuerza. En Pamplona, en esa fecha, se decía que había unos 100 falangistas. Pues bien, sigo añadiendo, el 20 de julio había más de 1000. Les llamaban los atunes; azules por fuera y rojos por dentro. Y sigo añadiendo: Y es que los que eran de izquierdas y la Sublevación les pilló en zona nacional se hicieron inmediatamente falangistas.
En la misma página 22, Arturo añade: "En principio se trataba de un golpe de Estado para instaurar una dictadura militar que gobernase el país. Sin embargo las cosas se complicaron por la resistencia que desde el primer momento opusieron las izquierdas y el legítimo gobierno republicano..." Y yo escribo, a pie de página, otra vez como recordatorio de la Memoria Histórica: De legítimo gobierno republicano "una mierda". Desconoce Pérez Reverte el "pucherazo" izquierdista en las elecciones de febrero de 1936. Mejor dicho el golpe de Estado de los Republicanos, Marxistas, Anarquistas... Por tanto de legítimo gobierno: nada de nada.
En la página 26 en el capítulo 5 Empieza la Guerra, afirma. "Incluso personas contrarias a la violencia se vieron obligados a combatir...Y yo añado: Incluso republicanos tan acreditados como Marañó y Ortega y Gasset, en el exilio, obligaron a sus hijos a que se incorporaran en España a la zona nacional para combatir. ¡Por algo sería!
En la página 46, dentro del capítulo 10 sobre la represión en la zona republicana, casi los disculpa y dice: "la diferencia con el otro lado era que, mientras en la zona gubernamental esta barbarie era en buena parte fruto del desorden y obra de elementos incontrolados, en la zona rebelde los asesinatos eran tolerados y hasta organizados por los mandos militares... Y yo añado, a pie de página y como recordatorio de la Memoria Histórica: ¿Y Paracuellos? ¿Quién fue el responsable? y ¿Qué cargo tenía?
En la página 50 y dentro del capítulo sobre La Intervención Exterior, habla de las Brigadas Internacionales. Y yo a pie de página manifiesto: ¡Brigadas Internacionales! Un conjunto de ingenuos que creían que venían a luchar por la democracia. ¡Qué ingenuidad!
En la página 54 y dentro del capítulo de El Gobierno de Burgos, sigue insistiendo en el Golpe de Estado del Ejercito. Y yo a pie de página le digo: Que el golpe de Estado fue en los comicios de 1936, por los republicanos marxistas y anarquistas, etc. ¡A ver si te enteras, Arturo!
En la página 62, referida a la derrota de los italianos en Guadalajara, le recuerdo que se hizo famosa la tonadilla:..Guadalajara no es Abisinia...
En la página 66, sobre la Guerra en el mar, destaca triunfos republicanos como el hundimiento del crucero Baleares y la actuación de los pesqueros vascos Gipuzcoa y Nabarra contra el Canarias en el cabo Machichaco. Y yo añado, como recordatorio de la Memoria Histórica: "Se olvida de Fernando Abarzuza que con un cañonero, el Vulcano, hundió al destructor republicano, José Luis Diez, embistiéndole con la proa del cañonero a la mura del destructor. Por lo que posteriormente le fue concedida la Laureada de San Fernando.
En la página 82, dentro de un capítulo dedicado a Unamuno (¿Así se cuenta la Guerra Civil?) dice que Unamuno estuvo a punto de ser agredido. Y yo añado, a pie de página: "Se olvida de contar, Arturo, que a Unamuno le salvó Carmen Polo, esposa de Franco, que cogiéndole del brazo le sacó del lugar.
En la página 110 del capítulo "El Exilio de los Vencidos" dice: "Las autoridades francesas trataron a los refugiados con mucha dureza, infligiéndoles toda clase de humillaciones y recluyéndolos en campos de concentración en condiciones miserables" Y yo añado, y es buen momento para recordarlo: "Y eso que eran del Frente Popular. ya lo decía mi abuelo Emilio, según me contó, Don Moisés, el párroco de Chinchón. Los franceses se clasifican en dos tipos: "cabrones con perilla" y "cabrones sin perilla".
En la página 118 en el capitulo dedicado a la Segunda Guerra Mundial, dice: Los soldados españoles de la División Azul, que el franquismo envió a Rusia para ayudar a las tropas alemanas..." Fueron para luchar contra los comunistas, cosa que no hicieron los inútiles de Churchill y Roosevelt. Y fue además un ardid, para contentar a los alemanes y que España no entrara en la Guerra.
Y aquí se acaban mis anotaciones; el libro no da para más. Eso sí aclarar que los "tacos" a pie de página no eran de uso de mi padre, que era muy bien hablado.
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