Prometí hace tiempo contar otras versiones de la Memoria Histórica para que la conocieran mis hijos y también Rodriguez Zapatero. Pues allí va y continuará:
OTRA MEMORIA HISTÓRICA I
EL ASESINATO DE CALVO SOTELO
"La noche del 12 al 13 de julio el líder de la oposición es sacado de su casa por socialistas que forman parte de las fuerzas de seguridad del Estado y es asesinado", relata César Vidal.
La versión de la izquierda es que el crimen ha sido espontáneo como represalia por un asesinato ocurrido unas horas antes, el del teniente Castillo a manos de un falangista, Alfonso Gómez. Castillo, subraya Vidal, "era de la guardia de asalto y entrenaba a milicias ilegales del Frente Popular. Además se sospechaba que había estado implicando en actos terroristas, especialmente contra carlistas y falangistas".
César Vidal es tajante, "eso es mentira por dos razones: por la identidad de los asesinos de Calvo Sotelo y porque el crimen estaba planeado desde un mes antes". Un grupo dirigido por Fernando Condés "llegó a la casa del líder de la oposición y se identificaron como oficiales de la Guardia Civil. Lo metieron en un coche, le pegaron un tiro en la nuca y abandonaron su cadáver en el cementerio", relata Vidal.
"El que le da el tiro en la nuca – prosigue Vidal- es Luis Cuenca, guardaespaldas de Indalecio Prieto. El jefe del grupo criminal era Fernando Condés, director de La Motorizada, nombre delgrupo de escoltas del dirigente socialista al que también pertenecía Cuenca". Condés, según Vidal, "nada más perpetrar el crimen acude al socialista Vidarte que lo esconde en casa de Margarita Nelken, otra importante socialista".
EL ASESINATO DE CALVO SOTELO
"La noche del 12 al 13 de julio el líder de la oposición es sacado de su casa por socialistas que forman parte de las fuerzas de seguridad del Estado y es asesinado", relata César Vidal.
La versión de la izquierda es que el crimen ha sido espontáneo como represalia por un asesinato ocurrido unas horas antes, el del teniente Castillo a manos de un falangista, Alfonso Gómez. Castillo, subraya Vidal, "era de la guardia de asalto y entrenaba a milicias ilegales del Frente Popular. Además se sospechaba que había estado implicando en actos terroristas, especialmente contra carlistas y falangistas".
César Vidal es tajante, "eso es mentira por dos razones: por la identidad de los asesinos de Calvo Sotelo y porque el crimen estaba planeado desde un mes antes". Un grupo dirigido por Fernando Condés "llegó a la casa del líder de la oposición y se identificaron como oficiales de la Guardia Civil. Lo metieron en un coche, le pegaron un tiro en la nuca y abandonaron su cadáver en el cementerio", relata Vidal.
"El que le da el tiro en la nuca – prosigue Vidal- es Luis Cuenca, guardaespaldas de Indalecio Prieto. El jefe del grupo criminal era Fernando Condés, director de La Motorizada, nombre delgrupo de escoltas del dirigente socialista al que también pertenecía Cuenca". Condés, según Vidal, "nada más perpetrar el crimen acude al socialista Vidarte que lo esconde en casa de Margarita Nelken, otra importante socialista".
El domingo día 12 de julio, don José Calvo Sotelo pasó el día en el cercano pueblecito de Galapagar, regresando a Madrid a las seis de la tarde. Se dirigió a su casa, en la calle de Velásquez 89, al llegar dijo a los policías de su escolta que podían retirarse si querían, pues no pensaba salir de casa. Y no salió, en efecto, permaneciendo en tertulia con su familia y varios amigos, hasta la hora de cenar. Su propósito era salir de casa el lunes al medio día para resolver varios asuntos. A las once y cuarto de la noche, el señor Calvo Sotelo se retiró a descansar.
LLEGAN LOS ASESINOS
Dormía ya la familia del jefe del Bloque Nacional, cuando llegaron a su domicilio el Capitán Condé y los guardias encargados de detenerlo. Subieron al piso y llamaron reiteradamente a la puerta. Acudió la sirvienta a quien requirieron para que abriese. La forma reiterada e imperativa de la llamada, despertó al señor Calvo Sotelo, quien sospechando, sin duda alguna, una anormalidad en la visita, se levantó, acudiendo a la puerta del piso.
El señor Calvo Sotelo manifestó su extrañeza por la forma en que se conducían los que llegaban. El capitán Condé replicó: Traemos orden de detenerlo, Detenerme? ¿No saben ustedes que soy diputado a Cortes? Lo sabemos, pero la orden tiene que cumplirse. Bien, podré vestirme antes. Efectivamente el señor Calvo Sotelo estaba en pijama. Fue autorizado para vestirse, pero bajo la vigilancia de uno de los esbirros
La alarma en la familia fue extraordinaria, procurando el señor Calvo Sotelo tranquilizar la inquietud de su esposa y de sus hijos. Vestido el señor Calvo, salió a su despacho, donde se hallaba el capitán Condé. ¿Puedo saber que autoridad me detiene? Si , soy capitán de la Guardia Civil. Como iba de paisano, el diputado le preguntó: ¿Tiene la bondad de enseñarme su carnet? Se lo mostró el capitán. Intentó entonces hablar por teléfono para protestar ante la Dirección de Seguridad de su detención, pero uno de los guardias se lo impidió. También le fue impedida la comunicación a los familiares del señor Calvo, arrancando violentamente los hilos del teléfono.
Don José, en el momento de salir de su casa, vestía su traje gris claro, zapatos marrón, calcetines grises y sombrero, también gris. Desde luego las sospechas del estadista fueron muy acentuadas y se aumentaron al impedirle la comunicación telefónica. Por ello se asomó al balcón y preguntó a los guardias de seguridad que prestaban servicio si los que habían llegado eran guardias de Asalto. En vista de la respuesta afirmativa dio un abrazo a su esposa y dirigiéndose a Condé , le dijo: Bueno, vamos allá cuando quiera. Al salir dijo aún a su esposa: Estad tranquilos. No será nada. Volveré enseguida. Y partió dejando en llanto un hogar. Iba a ofrecer su vida por España. Una vida fecunda y gloriosa cuyo sacrificio iba a ser el rebasamiento del vaso en que se depositaba la paciencia nacional. Luis Cuenca, militante de las Juventudes Socialistas y también guardaespaldas de Indalecio Prieto le asesinó a sangre fría disparándole dos tiros en la nuca.
Tras estos hechos pudo haber estado Prieto (hoy tiene un busto frente a los Nuevos Ministerios, cerca de donde estaba un busto de Franco que retiraron ilegalmente). El asesino Luis Cuenca Estevas, pertenecía a su guardia personal. Quien mandaba la camioneta número 17 era el capitán de la Guardia Civil Fernando Códes Romero, “prietista” incondicional. Los que ocupaban la camioneta, además de esos dos individuos, eran los siguientes: Orencio Bayo Cambronero: Guardia de Asalto destinado al Parque Móvil. Conductor de la camioneta número 17. Federico Coello: Médico afiliado a la Juventud Socialista de Madrid y a la FUE. Acostumbraba a dar escolta a Prieto. Francisco Ordóñez: Amigo de Coello, pertenecía a la junta directiva de la FUE. Santiago Garcés Arroyo. Escolta de Prieto, al que solía seguir en automóvil. José del Rey Hernández: Miembro de las Juventudes Socialistas. Ingresó en la Guardia de Asalto en 1932. Participó en los preparativos para la revolución de octubre de 1934. Tomás Pérez: Cabo de Asalto del cuartel de Pontejos. Aniceto Castro: Guardia de Asalto del cuartel de Pontejos al igual que Antonio San Miguel Fernández, Bienvenido Pérez Rojo y Ricardo Cruz Cousillos.
¿Qué responsabilidad tuvo el PSOE en éste magnicidio?
LLEGAN LOS ASESINOS
Dormía ya la familia del jefe del Bloque Nacional, cuando llegaron a su domicilio el Capitán Condé y los guardias encargados de detenerlo. Subieron al piso y llamaron reiteradamente a la puerta. Acudió la sirvienta a quien requirieron para que abriese. La forma reiterada e imperativa de la llamada, despertó al señor Calvo Sotelo, quien sospechando, sin duda alguna, una anormalidad en la visita, se levantó, acudiendo a la puerta del piso.
El señor Calvo Sotelo manifestó su extrañeza por la forma en que se conducían los que llegaban. El capitán Condé replicó: Traemos orden de detenerlo, Detenerme? ¿No saben ustedes que soy diputado a Cortes? Lo sabemos, pero la orden tiene que cumplirse. Bien, podré vestirme antes. Efectivamente el señor Calvo Sotelo estaba en pijama. Fue autorizado para vestirse, pero bajo la vigilancia de uno de los esbirros
La alarma en la familia fue extraordinaria, procurando el señor Calvo Sotelo tranquilizar la inquietud de su esposa y de sus hijos. Vestido el señor Calvo, salió a su despacho, donde se hallaba el capitán Condé. ¿Puedo saber que autoridad me detiene? Si , soy capitán de la Guardia Civil. Como iba de paisano, el diputado le preguntó: ¿Tiene la bondad de enseñarme su carnet? Se lo mostró el capitán. Intentó entonces hablar por teléfono para protestar ante la Dirección de Seguridad de su detención, pero uno de los guardias se lo impidió. También le fue impedida la comunicación a los familiares del señor Calvo, arrancando violentamente los hilos del teléfono.
Don José, en el momento de salir de su casa, vestía su traje gris claro, zapatos marrón, calcetines grises y sombrero, también gris. Desde luego las sospechas del estadista fueron muy acentuadas y se aumentaron al impedirle la comunicación telefónica. Por ello se asomó al balcón y preguntó a los guardias de seguridad que prestaban servicio si los que habían llegado eran guardias de Asalto. En vista de la respuesta afirmativa dio un abrazo a su esposa y dirigiéndose a Condé , le dijo: Bueno, vamos allá cuando quiera. Al salir dijo aún a su esposa: Estad tranquilos. No será nada. Volveré enseguida. Y partió dejando en llanto un hogar. Iba a ofrecer su vida por España. Una vida fecunda y gloriosa cuyo sacrificio iba a ser el rebasamiento del vaso en que se depositaba la paciencia nacional. Luis Cuenca, militante de las Juventudes Socialistas y también guardaespaldas de Indalecio Prieto le asesinó a sangre fría disparándole dos tiros en la nuca.
Tras estos hechos pudo haber estado Prieto (hoy tiene un busto frente a los Nuevos Ministerios, cerca de donde estaba un busto de Franco que retiraron ilegalmente). El asesino Luis Cuenca Estevas, pertenecía a su guardia personal. Quien mandaba la camioneta número 17 era el capitán de la Guardia Civil Fernando Códes Romero, “prietista” incondicional. Los que ocupaban la camioneta, además de esos dos individuos, eran los siguientes: Orencio Bayo Cambronero: Guardia de Asalto destinado al Parque Móvil. Conductor de la camioneta número 17. Federico Coello: Médico afiliado a la Juventud Socialista de Madrid y a la FUE. Acostumbraba a dar escolta a Prieto. Francisco Ordóñez: Amigo de Coello, pertenecía a la junta directiva de la FUE. Santiago Garcés Arroyo. Escolta de Prieto, al que solía seguir en automóvil. José del Rey Hernández: Miembro de las Juventudes Socialistas. Ingresó en la Guardia de Asalto en 1932. Participó en los preparativos para la revolución de octubre de 1934. Tomás Pérez: Cabo de Asalto del cuartel de Pontejos. Aniceto Castro: Guardia de Asalto del cuartel de Pontejos al igual que Antonio San Miguel Fernández, Bienvenido Pérez Rojo y Ricardo Cruz Cousillos.
¿Qué responsabilidad tuvo el PSOE en éste magnicidio?
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