¡MUJERES!
4 y 5 de septiembre DIAS DE LA MUJER
IMPREVISORA
Juro por la cruz de San Andrés que lo que a
continuación voy a relatar no es mera ficción, ni obedece a intenciones
literarias o novelescas. Cualquier parecido con la realidad no es mera coincidencia.
"Lo
que más temo son lo casos imprevistos que surgen en la vida. El destino se
recrea en crearlos"
Abate
Galiani, Lettera,21.2.73"
Mi mujer, esposa o contraria - como uno quiera
calificar a su cónyuge- y Yo no pasamos las vacaciones en Galicia. Por su
fresco clima estival, veraneamos allí; al estilo antiguo, pasando varios mese
de este ciclo anual.
Por razones, que no vienen al caso, tuvimos
que estar el dia 3 de septiembre en Madrid. Mi mujer entusiasta por parte de
madre y abuela de esa tierra, quiere volver a Sangenjo al día siguiente. Yo
tengo que retrasar el viaje por una cuestión luctuosa, que tampoco viene al
caso.
Al volverse en automóvil sola decide
aprovechar la ocasión para realizar un contrato de servicio de transporte,
actualmente en boga y que se denomina "Bla,bla Car". Uno aporta el
coche y te pagan un módico precio por llevarlos a dónde vas tú. Mi hija
Mercedes lo utiliza mucho porque no tiene carnet de conducir, como pasajera
y como mi mujer, con la edad, se ha
vuelto post-moderna, quiso experimentar dicha novedad.
Sale a las 10,00 horas de la Moncloa y a los
300 kilómetros hacen una parada. Sus acompañantes son: Un Policía Nacional de
ideas izquierdosas, un funcionario judicial, desprovisto de su etiqueta de
trabajo y vestido cutremente y una jovencita simpática. Terminada la parada
técnica emprenden de nuevo el viaje y a los 5 kilómetros otro coche que les
adelanta les hace señas de que llevan un bolso fuera y enganchado a la
portezuela. Mi mujer se para en el arcén y observa horrorizada que el bolso,
que iba abierto, se encontraba efectivamente fuera y enganchado sólo por la
correa. Lo más grave es que no estaba el monedero en él y con ello ni el
dinero, ni los documentos identificativos, ni las tarjetas de crédito. Por
suerte estaban las llaves de la casa.
El policía izquierdoso, pero a su vez
solicito, se baja del coche y recorre unos cientos de metros para ver si
encuentra el monedero. No está y por tanto deciden dar la vuelta y regresar al
inicio de la parada- ¡Albricias! Ahí se encontraba el monedero y toda la
documentación. Sólo están rotas las gafas de leer de cerca.
Naturalmente cuando me lo cuenta, le digo que
si dice la verdad los niños se van a descojonar. Me contesta muy airada que: “-
no es para descojonarse”.
TOMAS FALSAS O WHATSAPP ENVIADOS
ÁNGEL PADRE:
Mamá está ya en casa. Perdió el bolso y se
tuvo que volver a recogerlo.
ÁNGEL HIJO:
¿Dónde lo perdiste, Mamá?
MERCEDES:
¡Cómo! ¿Qué has perdido el bolso?
NIEVES:
No lo perdí, se me quedó enganchado en la
puerta del coche y se cayó el billetero, pero lo encontré.
MERCEDES:
¡Anda! Que ya te vale…
Ya que diga que se le ha quedado enganchado el
bolso y perdió el monedero, es muy fuerte.
ÁNGEL HIJO:
Si alguien lo hubiera grabado en video,
hubieran puesto de titular: ¡MUJERES!
“En éste
mundo traidor nada es verdad ni mentira. Todo es según el color del cristal con
que se mira.
Campoamor”
Sometido a votación, según se mire: ¿Es para
descojonarse o no?
Pero…, no os vayáis que aún queda más.
Día 5 de septiembre. Mi mujer vuelve canturreando
a casa: “Tralaralará de la playa a descansar”.
Sube a la terraza que hay al lado de nuestro
dormitorio, con el propósito de tender unas ropas. Hace una nortada de mil
diablos. La nortada de allí es como el levante de Cádiz, pero en fresquito. No
tiene la precaución de obstaculizar el cierre de la puerta. Un fuerte golpe de
viento cierra bruscamente la misma. Al intentar salir de la terraza se le rompe
la manilla de apertura y se queda enclaustrada en la terraza. -¿Qué hago? ¿Cómo
entro a casa? Exclama angustiada. Pero recuerda que una vecina de enfrente está
todavía allí porque la ha visto en la playa.
Grita frente a la ventana de la vecina: -
¡Bibi, Bibi! ¡Bibi, por favor!
Al cabo de un rato, Bibi se asoma, al oír el
griterío, y Nieves le relata lo que la ha pasado- Llama a los bomberos, le
pide. Que vengan a sacarme de aquí.
Como medida, ella dice de precaución, cuando
se queda sola suele echar la llave por dentro, para que no se le olviden al
marcharse. Pero carece de la precaución de dejarlas simplemente puestas en la
cerradura, por lo que los bomberos no pueden entrar por la puerta con la
aplicación de una simple tarjeta de plástico. Se vieron obligados a pasar a la
casa a través de una terraza colindante . Intentan abrir la puerta, pero no pueden.
Tienen que romper el cristal. A los bomberos les encanta romper las cosas,
porque con una mera inspección ocular hubiesen comprobado que a la casa se
podría entrar por otros sitios, sin necesidad de causar destrozos.
A todo esto, la profesionalidad del Ilustre
Ayuntamiento hace que envíen a un policía local especializado en psicología que
no hace otra cosa que hablarla constantemente a través de una ventana frontal.
¡Que no voy a suicidarme! ¡Que lo que quiero es entrar en mi casa! Debió pensar
mi mujer.
Roto el cristal por un bombero, que ha hecho
malabarismo, mi mujer puede entrar en casa.
¡ Estoy salvada! Por favor, les pide: -No pongan en el parte que han
acudido a rescatar a una vieja, se lo ruego.
TOMAS FALSAS O COMENTARIOS DE WHATSAPP
MERCEDES.
Pero…¿Què te pasa, Mamá?
BORJA:
Haz una cosa: haz la compra por internet y no
salgas de casa.
ÁNGEL HIJO:
No salgas a la calle si hay tormenta, a ver si
te va a caer un rayo.
BORJA: Siempre escatológico:
Quédate en el salón, desayuna, come y cena. Mea
y caga en el salón. Hasta que llegue Papá.
MERCEDES:
¡JAJAJAJAJAJA!
ÁNGEL HIJO:
¡Vaya historias para contar!
BORJA:
¡Ojito! Que de aquí al martes, que llega Papá,
alguna otra cosa le va a pasar.
“Así
ocurrió y así lo cuento
Ángel
Larroca: MUJERES”.
Septiembre
de 2015.
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