MEMORIA
HISTÓRICA
INTRODUCCIÓN
Comienzo esta sección de capítulos, que iré introduciendo
periódicamente, sobre los horrores de la izquierda, como consecuencia de la
sorpresa que me han dado algunos de mis hijos, atribuyendo a la época de Franco
cuestiones inventadas por los que perdieron la guerra civil y que hoy la
pretenden ganarla con la mentira y la falsa historia, y todo ello a veces con
la colaboración de gente que se define de derechas o centro derechas. Por
ejemplo, estando de alcalde de Madrid Alberto
Ruiz Gallardón, se retiró la estatua ecuestre de Franco que estaba frente a
los Nuevos Ministerios; por cierto de forma ilegal, ya que tenía un nivel de
protección urbanística, pero para hacer cacicadas no es necesario el respeto a
la legalidad y por el contrario, se dejaron otras, horribles que representaban
a personajes como Indalecio Prieto, que según los historiadores, pudo ser el
inductor del asesinato de el líder de la oposición al Frente Popular y
Diputado, José Calvo Sotelo y también de Largo Caballero, al que llamaban el
Lenín español, y en consecuencia ya podréis imaginar cómo era el “pájaro”.
Y para aclarar mi objetividad os diré que ni soy
franquista ni lo he sido nunca y para demostraros mi objetividad os contaré la
anécdota que viví con sólo 9 años:
Correría el año 1953 y yo me encontraba cursando los
estudios primarios en el colegio de los Sagrados Corazones- los del Padre
Damian -, de la calle Claudio Coello de Madrid. Al terminar las clases salíamos
en fila y un sacerdote gritaba: “Honor y Gloria a los Sagrados Corazones de
Jesús y de María”. “Ahora y Siempre”, replicábamos nosotros. A continuación y
después de un toque de silbato, teníamos que responder al unísono: ¡FRANCO! Yo
jamás lo hacía, y un mal día se me acercó un sacerdote, el padre Dionisio, que
llevaba la camisa azul por encima de la sotana y me pregunta: Larroca, ¿Por qué
no grita: FRANCO? Le contesté, con absoluta tranquilidad: - Porque soy
monárquico. Se quedó parado, no dijo nada hasta el año siguiente que me
examinaba de Historia para el ingreso en el bachillerato – Sr. Larroca, ¡Usted
que es tan monárquico…! Me soltó a continuación un mitin, que me recordó año
más tarde alguna de las genialidades de Agustín de Foxá: “La Falange es una
hija adulterina de Carlos Marx y de Isabel la Católica”. Pues bien, para ese
cura falangista al cabo de dos años, y por la muerte heroica de mi primo
Antonio Ortiz de Zárate, muerto en Ifni y primera Medalla Militar Individual
del recién cuerpo de Paracaidistas, yo ya no era un rojo antifranquista sino
por el contrario un héroe, primo del Teniente Ortiz de Zárate.
Pero en otro capítulo hablaré de los izquierdistas que se
hicieron falangistas por que les pilló la sublevación en la Zona Nacional. Pero
eso será otra historia…
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