Ya dije en anterior ocasión que tocaría el tema de los jueces de los que soy poco partidario en muchos casos. Ayer en el programa de Onda Cero de Carlos Alsina daba éste la noticia del ingreso en el hospital Ramón y Cajal del portavoz en el Congreso del Partido Socialista, José Antonio Alonso y como resulta casi ya normal cuando ocurre un suceso de estos, el brillante locutor hizo un discurso panegírico del personaje, diciendo entre otras cosas que "era una buena persona". Pues siento contradecirle, señor Alsina, porque el señor Alonso no solamente no es buena persona, si no todo lo contrario es bastante mala persona. Y lo que voy a relatar no me lo han contado, lo he vivido yo personalmente en la Audiencia Provincial de Madrid.
A la sazón, el señor Alonso ejercía como magistrado en la Audiencia Provincial de Madrid y el que suscribe éste artículo ejercía como Letrado del Servicio Jurídico del Estado en funciones de Abogado del Estado. Se juzgaba practicamente a todos los miembros de una Comisaría de Polícia, incluido el Comisario, por un delito de torturas. Es importante la fecha de los sucesos porque se trataba de un 31 de diciembre. Unos policías habían detenido en la Puerta del Sol a un grupo, no de gitanos, sino podían ser mercheros u otro tipo de personajes semejantes. Lo cierto es que cuando hablabas de ellos como miembros de la raza gitana se enfadaban considerablemente. Pero eso es lo anecdótico, lo importante es que a uno de los policías le había desaparecido el reloj y trató de encontrarlo con métodos no muy legales; inflando a hostias a varios de los detenidos. El Comisario, teóricamente se encontraba en su despacho, pero en la práctica se encontraba en su casita, celebrando la entrada del nuevo año en compañía de su familia y esperando alguna novedad de la Comisaría, que no llegó, ya que se enteró de los sucesos una vez presentada una denuncia por los afectados. Pues bien, el señor Alonso además de Magistrado de la Sala ejercía de Ponente del caso; es decir, el responsable de redactar la sentencia. Y pese a que todos los Letrados, y éramos unos cuantos, sabíamos que el Comisario no se encontraba en la Comisaría, aunque éste defendía que sí estaba, pero que no se enteró de los sucesos, el "buena persona" del Ponente, señor Alonso o era idiota o un sectario, porque condenó tambien al Comisario como autor de un delito de torturas, con la consiguiente pérdida de carrera del afectado. Y como yo pienso que el señor Alonso no es idiota, ya que por lo menos ha llegado a ministro, deduzco que lo que en verdad le define es ser un sectario mala persona. Pero lo más grave es que éste personaje ha llegado a ser el jefe de todos los policías. Pero de eso la culpa no la tiene él, sino el impresentable de Zapatero que le encanta, no sé con que intenciones, nombrar a un tipo como éste jefe de las Fuerzas de Seguridad del Estado y a la defensora del catalán insultador de España, señora Chacón, Ministra de Defensa.
Es curioso que el señor Alonso tenga por nombre el del fundador de la Falange, de lo que se deduce que seguramente su padre fue partidario de esa opción política y el niño le salió respondón.